Curiosidades de la identidad gay
Apuntes sobre la identidad Gay en México
Decía Carlos Monsivais, que el pecado se reconoce por el recogimiento moral como reflejo condicionado de los tiempos, atendiendo como siempre a que el velo de lo prohibido es lo que hace que trascienda y se convierta en un mal que aqueja la sociedad, a pesar de que aquello que prohíba sea propio de la condición humana. Hablemos de la identidad gay en México.
La realidad es que hoy, cuando la clandestinidad se ha terminado y aunque las identidades sexuales aún no acaban por definirse en el plano personal de todos los individuos, hay visibilidad. La visibilidad, que por cierto es significativa y común, no necesariamente conlleva a una tolerancia real o a lo que yo llamo verdadera aceptación. Hay un avance enorme, eso sí. Avance que ha costado a los militantes y a cada persona desde su identidad y trinchera al salir del closet. Hay camino por andar y escribiré sobre eso en los siguientes días, pero también hay cada vez más logros que no se comparan con las épocas en las que las sombras cobijaban las vidas secretas, esa doble o triple vida de muchos individuos que para poder satisfacerla tenían que apelar al requisito necesario de la discreción.
Hoy, en ciertos grupos sociales, discreción no es el nombre del juego. Las nuevas generaciones de jóvenes gay circulan de la mano por la calle, ignorando tal vez que no hace más de 25 años las cosas en México eran completamente diferentes, y que jóvenes como ellos incluso en países de primer mundo como Francia hasta 1982 cometían un delito al tener prácticas homosexuales antes de los 21 años.
Quizás con la intención de valorar esa libertad, es que hay que saber y conocer a fondo esa cultura gay que se vive a plenitud así como conocer el nacimiento y lucha de los derechos que ahora se disfrutan y la variedad de identidades existentes.
En México se utiliza el término “J” (jota o joto) para designar de modo peyorativo a un homosexual, con el paso del tiempo, éste término lo utiliza también la gente gay a manera de burla inofensiva, de broma cercana tal vez. Ese apodo y su relación con la homosexualidad, deriva de que a los criminales homosexuales es decir, a los homosexuales visibles, se les consignaba en la crujía “J” del palacio negro, la carcel de Lecumberri que era el recinto carcelario temido, inaugurado por Porfirio Díaz. Posteriormente, a los homosexuales de la crujía “J” se les enviaba a las Islas Marías bajo la categoría de “criminales especiales”.
Así también, el número 41, que implica un significado contranatura para los heterosexuales, número importante, o burla sobre una crisis de identidad que supuestamente llega a la edad de 41 años, proviene del primer registro documental que se tiene de la homosexualidad en México por la redada de los 41. En 1901 la policía de la ciudad sorprendió a 41 hombres en una fiesta en la que muchos estaban vestidos de mujer. Luego de detenerlos, a aquellos que no pudieron pagar su fianza fueron enviados a trabajos forzosos al sureste del país. Cuenta la leyenda urbana que no eran 41 personas sino 42, y el personaje faltante sería Ignacio de la Torre, esposo de la hija de Porfirio Díaz.
Y ¿de dónde sale la palabra buga?, la leyenda más conocida es que también durante el porfiriato había un lugar, una especie de bar exclusivo al que sólo podían entrar ciertos hombres de apariencia heterosexual, el lugar se llamaba “bugambilia”, pero lo cierto es que es de alguna manera la venganza lingüistica de los homosexuales, para denotar a los “otros” como diferentes, para diferenciarlos y delimitar con ella la ignorancia sobre la subcultura homosexual.
En la historia de México, a los homosexuales se les ha linchado, quemado vivos, expulsado de comunidades, asesinado, han enfrentado golpizas judiciales y policiales, redadas, encarcelamiento y otros destinos. Hemos logrado un avence enorme, una tolerancia y aceptación legal. Aún queda mucho por avanzar en la parte social, pero con la visibilidad, ese terreno se irá ganando. Pero nunca debemos olvidar que el estereotipo del homosexual es el afeminado y la visibilidad debe venir de todos. De lo contrario la aceptación real y la muerte de un estigma, no llegará.
Escrito en Medium por @fpalacioso